sábado, 24 de septiembre de 2011



Mi corazón está en dos
como mi ser cargado de incertidumbre
por el bien del camino y del arado
por el bien tuyo y mío
te hago ver que te quiero más que ayer 
aunque las azucenas parezcan más lisas
y tiernas que el musgo
diciendo que el prado crece más que el espíritu
y una voz sigilosa deambula
como los reflejos de las sombras
titilantes,
 sanguinarios como los atardeceres
y los hechos son sólo como arpías matutinos
que comen la placenta
y las manos arqueadas, al igual que tus piernas 
te dicen que el tren se acerca 
viene, se asoma
retumban los rieles
como retumba mi corazón nuevamente vacío
como la copa rota,
como el vaso en la cantina
y son los demás quienes ya se han ido
sin aviso
sin explicación
tomaron sus maletas y huyeron bajo las ruedas
de los camiones y junto a la carretera
para ser pellizcados por los aguiluchos
y los tordos
mientras un zorro se acerca
y lame lentamente la sangre reseca.