sábado, 24 de septiembre de 2011




Las flores te devoran los temores,
las flores amamantan tus errores
los convierten y alimentan
los envenenan y luego arrojan.

Las flores te caen bien por la mañana
y las botas en la noche
te llaman
te buscan
te encuentran
y los ahogas
en tu mar finito
con palabras finitas
con sentimientos finitos
en un océano que ya no es de tiempo
sino, finito
como tu lugar en la tierra
como tus dedos deshaciéndose
y la madera pudriéndose
como Venus en el pudridero
como Leonor  de Aquitania
como Magdalena.

El error es lo humano
y humano ya no quiero seguir siendo
prefiero ser devorada por la nada antes que por los años
prefiero ser mutilada antes que me coman los insectos de seis
cuatro
y los peores; de dos patas,
esos que dicen quererte, comprenderte
y luego te dejan sin nada.