jueves, 29 de septiembre de 2011



En un trance perpetuo
de tu voz permuta
la sabia matutina
hilada con cruento hilo negro
solventando las hormigas 
en sus turbias cabinas
trabajando sin césar
por el peso de su cuerpo
sobre el tábano que inspira el vuelo
de esos oscuros colores
obscenos como tus labios
y como los de ella
llenos de miseria y vulgo
asqueados de la fantasía.