jueves, 29 de diciembre de 2011




Te puedo regalar azaleas y albatros 
montañas rocosas
océanos azarosos
cumpliendo órdenes a tus pies.
Puedo regalar tiempo 
y la posibilidad de engañarlo alguno de tus días,
te puedo obsequiar tormentos 
a cambio de peonías
o ensoñaciones vacuas
por ilusiones y vicisitudes
te puedo dar clamor y agonía
estruendos
por verdes bosquejos 
por ásperos suspiros
ocultos tras las paredes
escondidos como niño sollozando
por el hermano muerto
bajo el árbol
sumergido en el lago
ahogándose a cada bocanada
te puedo ofrecer inviernos y más veranos
u otoños y más primaveras
y brindar más sonrisas y menos tristezas
a cambio de un día, de un momento perpetuo,
porque de eso estamos hechos.